Me dormía agarrando tu oreja, o las dos. Me gustaba esa sensación de seguridad, de amor, de ternura, de protección. Es uno de los recuerdos más nítidos que tengo de mi infancia. Ahora espero que llegue tu cuerpo. No lo voy a ver, no ví el de Panchita, ni el de mi tía Fina. Prefiero seguir sintiendo la seguridad que me daba dormirme junto a ti. Acompáñame en mis sueños...
Ya te juzgué en su momento. También en su momento te dije lo mucho que admiraba los webotes que tuviste al dejar todo, siempre hiciste lo que te dió tu chingada gana, sin contemplaciones, sin temores, sin remordimientos. Me hubiera gustado ser como tú, mi querido "Ebayo".
1 comment:
Esta mañana (Jun 19 2005) te soñé, atinaste a decir: "Te estoy acompañando, wey"
Lo sé.
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